Cruce de los Andes 2010

Fer López y Pao Montero fueron los dos flamantes miembros de El Grupo que participaron de esta extenuante carrera de aventura realizada el fin de semana pasado. En esta edición, la lluvia y problemas organizativos complicaron bastante la competencia, provocando un aluvión de críticas y abandonos. Pero mejor, que hablen sus protagonistas... Felicitaciones!!!

"Llegamos el miércoles previo a la carrera y ya se sentía el cambio brusco de temperatura: de los 37 grados de Buenos Aires a los 12 de Bariloche. La cosa no cambió el día siguiente cuando fuimos a hacer la acreditación a la base del Catedral, con viento frío y una temperatura que obligaba a sacar la campera y el polar (y por qué no los guantes y el gorro). Una vez acreditados comenzamos la primer gran aventura: llenar el container con las cosas básicas para la carrera y lograr cerrarlo. Esa tarea no fue nada fácil y ahí te das cuenta que por más que tratás de prever todo, llega un momento en que tenés que decidir qué va y qué no: carpa, bolsas de dormir, la ropa indispensable y si queda lugar, algo de comida por las dudas (y los PowerGel!!!). Una vez que dejamos de saltar sobre la tapa del container porque ya habíamos logrado cerrar el candado, nos fuimos a preparar para el gran día de la largada con pizza y cerveza artesanal. Llegó el viernes y algunos no pudieron dormir de la ansiedad y otros, apenas si pudieron arrastrarse de la cama al omnibus que nos llevó a la largada. Después de caminar unos 1000 mts, ahí estaba. Largó primero la elite a las 8:40 de la mañana y luego cada equipo tenía hasta las 10:30 para salir. Decidimos que a las 9:00 era nuestro turno y ahí fuimos. Comenzamos por senderos de montaña subiendo y bajando y coleccionando abrojos a medida que nos íbamos sacando el polar y la remera de manga larga. Alrededor del km 12 vino la primer pasarela por donde sólo se podía pasar de a dos personas por vez, y ahí se armó la primer gran fila. Al haber salido relativamente temprano, tardamos cerca de 20 minutos para cruzar la pasarela que nos salvaba de una impresionante cascada. Los que salieron más tarde tuvieron que soportar esperas de más de una hora. Esto hizo que los equipos se espaciaran luego del puento y la carrera fuera más tranquila. Pasamos por lugares realmente espectaculares a la vera del río. Alrededor del km 20 ya logramos ver lo que iba a ser nuestro campamento, pero obviamente faltaban casi 10km para llegar, que hicimos dando una vuelta no menor al lago Escondido. Sobre una margen subimos y bajamos distancias importantes pero en medio de un paisaje buenísimo. Para pasar al otro lado había un servicio de lanchas donde no tuvimos mucha espera, pero los que venían más retrasaron se encontraron con la sorpresa de que no había más combustible y tuvieron que hacer un camino alternativo. Los 5 km finales hasta el primer campamento fueron más fáciles, sin subidas y bajadas extremas (lo cual nuestras piernas agradecieron profundamente).
El campamento 1 era un lujo. Llegamos, buscamos nuestro container y armamos la carpa para luego de abrigarnos y atacar la parte comida: pastas y asado. Luego vino una buena remojada de piernas en el agua fría del lago nos vino perfecto para recuperarnos para el siguiente día. El clima entre la gente del campamento fue muy bueno y nos preparamos para el segundo día de carrera. Por la noche llovió bastante y amanecimos con el día nublado y ya con llovizna. La largada comenzó a partir de las 9:00 según el orden de llegada. Como habíamos llegado en el puesto 257 el primer día, nuestra largada fue a las 9:25. No alcanzamos a hacer 1 km cuando nos encontramos con la primer gran subida de tierra que a esta altura era un barrial fenomenal. Ahí sacamos los bastones y comenzamos a subir. Esto fue fundamental para no quemar las piernas desde el principio. El recorrido del segundo día nos hizo subir casi hasta la cima del cerro que bordeaba el lago Escondido para pasar al otro lado y econtrarnos con el río Manso. Casi un tercio del recorrido fue subir y pasar por unos bosques impresionantes, pero luego vino la bajada que nos puso bastante presión a las rodillas y los muslos. El tercio final fue bastante más plano y bordeando el río, pero a esta altura ya había comenzado a llover bastante más fuerte, con una baja importante de temperatura y el cansacio de haber subido y bajado la montaña. Y no podía faltar el cruce del río antes de llegar al campamento, pero esta vez el cruce fue a pie. Así llegamos al campamento 2, con frío, sin sentir mucho las piernas por el reciente remojón y con una nueva sorpresa: parte de los containers no había podido llegar (aún no tenemos claro el por qué si tomamos la explicación de la organización) y se encontraban en un campamento 2 “bis” al cual había que llegar caminando por 5 kms luego de un recorrido en la caja de un camión volcador por 1 km. Obviamente que nosotros figurábamos entre los afortunados que nos habíamos ganados 5K adicionales hasta el otro campamento. Nadie puede negar que esta edición no tuvo un buen toque de aventura. Así, antes de embarcarnos en el viaje final al campamento bis, aprovechamos a almorzar unos improvisados choripanes y "sánguches" de carne (no sabíamos si había comida en el otro campamento) y a calentarnos un poco en los mega fogones que tenían preparados para vencer una posible hipotermia.
El campamento 2 bis era una olla a presión. La organización no daba pie con bola, la gente estaba obviamente molesta, llovia y nadie sabía a ciencia cierta qué iba a pasar el día siguiente. La charla técnica fue lamentable. Muchos abandonaron un poco por el frio, otro poco por la bronca y otro poco por tomar decisiones en caliente. Nosotros no sabíamos qué ibamos a hacer, pero decidimos esperar hasta el día siguiente para tomar cualquier decisión. Finalmente, luego de una noche de lluvia, a la mañana siguiente se despejó un poco y con ánimo más calmado decidimos seguir a pesar de la “des”organización.
El recorrido del día 3 fue mucho más tranquilo, sin subidas y bajada bruscas, y casi todo al borde del río Manso, el cual cruzamos bien al inicio de la carrera por una pasarela donde esta vez pasabamos de a 10 personas. De ahí en adelante el paisaje seguía siendo impresionante: la montaña de un lado y el río del otro, atravesando bosques y cuando no un chiquero (sí, un chiquero de verdad). Así se fueron los 37 km del tercer día, a trote tranquilo pero sin pausa. En los últimos 3 km ya veíamos la gente alentándonos y que nos ayudaba bastante a no bajar el ritmo. Finalmente llegamos al paso del León, últimos 1000 mts de carrera, pero ahí fue cuando vino el obstaculo innecesario: una cuesta arriba animal que no hacía más que traernos recuerdos poco felices de algún familiar de la organización. Una vez vencida la cuesta, vino la cuesta abajo, ver el globo de la llegada y el sentimiento de haber vencido una carrera que se había puesto brava y que realmente se convirtió en toda una aventura. Luego de recibir la medalla, hicimos migraciones y nos subimos a las combis para iniciar el regreso a la base del Catedral, pero esta vez con el sentimiento de haber vencido y alcanzado una meta importante más. Fer López"

Clasificación general: 273 de 599, tiempo total 17hs 07mins. Clasificación categoría Mixto: 47 de 143

Fotos en Fotogalería